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Resumen
Uno de los dilemas más recurrentes en las áreas de marketing es si conviene crear contenido in house con un equipo propio o externalizar la producción en proveedores y agencias. La decisión no es trivial: implica analizar presupuestos, recursos humanos, plazos de entrega y la necesidad de escalar campañas en un mercado cada vez más […]
Uno de los dilemas más recurrentes en las áreas de marketing es si conviene crear contenido in house con un equipo propio o externalizar la producción en proveedores y agencias. La decisión no es trivial: implica analizar presupuestos, recursos humanos, plazos de entrega y la necesidad de escalar campañas en un mercado cada vez más competitivo.
La realidad es que no existe un modelo único válido para todas las empresas. Para algunas, crear contenido in house ofrece control y cercanía, mientras que otras encuentran en la externalización una manera más rápida y flexible de obtener resultados. Sin embargo, también hay una tercera opción: los modelos híbridos que combinan lo mejor de ambos mundos, con plataformas que aportan control, escalabilidad y ahorro de costes.
En esta guía desglosaremos qué significa apostar por un equipo interno, qué beneficios y riesgos implica externalizar, cómo funciona el modelo híbrido, y qué debe tener en cuenta un director de marketing a la hora de decidir.
Qué significa crear contenido in-house
Cuando hablamos de crear contenido in house, nos referimos a que la empresa cuenta con un equipo propio de marketing y comunicación encargado de producir todos los materiales: desde vídeos corporativos hasta publicaciones para redes sociales, artículos de blog, newsletters o campañas visuales.
La principal ventaja de este modelo es el control absoluto sobre el proceso. El equipo interno conoce la cultura de la empresa, entiende a la perfección la identidad de marca y está disponible para reaccionar a necesidades puntuales sin depender de terceros.
La cercanía es otro factor clave. Al estar dentro de la organización, los profesionales de contenidos participan en las reuniones estratégicas, están en contacto directo con los responsables de producto o servicio y pueden transmitir mejor la esencia de la marca en cada pieza.
Por último, está la disponibilidad. Un equipo interno puede atender solicitudes urgentes, coordinar cambios de última hora y adaptarse a campañas que surgen de manera imprevista.
No obstante, crear contenido in house también presenta limitaciones importantes. La primera son los costes fijos: salarios, seguridad social, licencias de software, equipos de grabación o fotografía, y gastos de formación. Estos costes pueden ser muy altos, especialmente para startups y pymes.
La segunda desventaja es la curva de aprendizaje. Formar un equipo interno desde cero lleva tiempo; alcanzar un nivel profesional en producción audiovisual o marketing digital no ocurre de la noche a la mañana.
La tercera limitación son los recursos limitados. Un equipo pequeño no siempre puede producir la cantidad y variedad de formatos que requiere una estrategia moderna: vídeos verticales, piezas interactivas, campañas multicanal. En esos casos, el modelo in house se queda corto frente a la demanda.
Beneficios y riesgos de externalizar contenido
La otra cara de la moneda es externalizar la producción. Esto significa delegar la creación de contenidos a agencias, productoras o freelancers especializados.
El principal beneficio es la calidad percibida. Al trabajar con equipos profesionales que cuentan con experiencia, equipamiento y metodologías probadas, las empresas suelen obtener resultados de alto nivel estético y técnico.
La externalización también permite escalar rápidamente. Si una empresa necesita producir un volumen alto de contenidos en poco tiempo, un proveedor externo puede aportar recursos adicionales sin que la organización tenga que contratar más personal.
Sin embargo, este modelo también tiene riesgos. El primero es la dependencia de terceros. Los tiempos de entrega y la calidad final dependen de un proveedor externo, lo que puede generar frustración si no se cumplen expectativas.
El segundo riesgo son los costes elevados. Las agencias tradicionales suelen incluir márgenes de gestión y estructuras fijas que encarecen cada proyecto. Lo que en principio parece un coste variable puede convertirse en un gasto recurrente muy alto si se producen contenidos de forma continua.
El tercero es la pérdida de control. Cuando la producción está completamente en manos de terceros, el cliente tiene menos visibilidad sobre procesos, versiones y decisiones creativas.
El modelo híbrido: externalizar con control
Ante las limitaciones de ambos modelos, ha surgido una opción intermedia: el modelo híbrido. Este sistema permite externalizar la producción sin perder control, gracias a plataformas que centralizan todo el proceso y equipos modulares que se adaptan a cada necesidad.
Un ejemplo de este enfoque es Storimake. A través de su Business Portal, los directores de marketing pueden mantener visibilidad total de briefs, versiones, comentarios, entregas y presupuestos. A diferencia de una agencia tradicional, donde los procesos se gestionan en correos o múltiples herramientas, aquí todo ocurre en un único espacio digital.
El segundo pilar es la producción modular. En lugar de contratar un equipo interno completo o pagar tarifas infladas de agencia, las empresas acceden a perfiles específicos —filmmakers, editores, creativos, community managers— únicamente cuando los necesitan. Esto reduce costes y aporta escalabilidad inmediata.
De este modo, el modelo híbrido combina la cercanía y el control de crear contenido in house con la flexibilidad y la rapidez de externalizar.
Comparativa práctica in-house vs externalizar
Para entender mejor las diferencias, veamos cómo se comparan los modelos en tres variables clave: costes, tiempos y flexibilidad.
- Crear contenido in house: ofrece control y disponibilidad, pero implica costes fijos altos y recursos limitados. Ideal para empresas grandes con presupuestos amplios.
- Externalizar con agencias tradicionales: elimina costes fijos internos y aporta calidad profesional, pero suele ser más caro por proyecto, con tiempos de entrega más largos y menor visibilidad del proceso.
- Modelo híbrido (Storimake): combina lo mejor de ambos mundos. Permite pagar solo por lo que se necesita, obtener entregas en 24–72 horas y mantener control desde una plataforma centralizada.
Ejemplos prácticos:
- Una startup con bajo presupuesto difícilmente puede crear contenido in house de calidad profesional, pero sí puede apoyarse en un modelo modular que le permita producir campañas puntuales sin costes fijos.
- Una pyme con un pequeño equipo interno puede combinar esfuerzos in house con un partner como Storimake para escalar campañas estacionales.
- Una gran corporación puede tener su equipo de comunicación interna, pero apoyarse en un modelo híbrido para proyectos que requieren más volumen o especialización.
Qué debe considerar un director de marketing al decidir
Un director de marketing debe evaluar varios factores antes de optar por crear contenido in house o externalizarlo.
El primero es el presupuesto. Si los recursos son limitados, asumir los costes fijos de un equipo interno puede no ser sostenible. En ese caso, externalizar o trabajar con un modelo híbrido es más eficiente.
El segundo es el volumen de contenidos. Para empresas que producen poco, externalizar puede ser suficiente. Para aquellas con un flujo constante de campañas, lo ideal es un modelo que combine in house y apoyo modular.
El tercero son los plazos y la escalabilidad. En un entorno tan dinámico, esperar semanas por un vídeo puede ser inviable. Aquí modelos ágiles como Storimake, con entregas en 72 horas, marcan la diferencia.
Finalmente, está la estrategia a largo plazo. Si la empresa busca construir un equipo interno sólido, crear contenido in house puede ser una apuesta estratégica. Si lo que necesita es flexibilidad y rapidez, externalizar con control es más rentable.
Conclusión
El dilema entre crear contenido in house o externalizarlo no tiene una única respuesta. El modelo interno ofrece control y cercanía, pero conlleva costes fijos y limitaciones. La externalización aporta calidad y escalabilidad, pero con mayor dependencia y costes elevados.
El modelo híbrido, basado en plataformas centralizadas y equipos modulares como el de Storimake, resuelve los puntos débiles de ambos. Permite a los directores de marketing tener control, reducir costes y escalar con rapidez, sin perder calidad.
En definitiva, lo importante no es elegir entre blanco o negro, sino encontrar el equilibrio que maximice la rentabilidad y la capacidad de ejecución de tu estrategia.
Si quieres descubrir cómo optimizar tu estrategia sin asumir costes fijos elevados ni depender totalmente de proveedores externos, agenda una demo con Storimake y comprueba cómo transformar tu forma de crear contenido in house con una alternativa más flexible y escalable.